Bueno, ya casi es sábado, estoy al pedo haciendo nada... y apenas tengo internet...
O NO?!Si, si tengo. Resulta que me atrajo mucho la historia del Black maldito de Ram (creo), y se me dio por el
quinto quinteto de la parte prefrontal del cortex del cerebro hacer la mía propia, y explicarle a los q tienen dudas:
¿por qué tuve internet, por un largo periodo no tuve, y por qué vuelvo a tener? porque no me daban ganas de pagar ArnetTítulo
"TASTA":
Hace 2 años, cuando aún gozaba de los beneficios del internet, solía pasarme horas observando y averiguando acerca de juegos que serían próximamente lanzados a la venta.
Solía concentrarme en páginas visitadas y con mínima chance de toparme con un virus, páginas como gametrailers, o viciojuegos. Por supuesto, páginas de tal “excelencia” se mantenían tan al pendiente de qué y cuándo posteaban sus suscriptores, que títulos súper conocidos no llegaban como noticia sino semanas después de haberse publicado en el topic de un foro.
Pocas personas averiguan desde fuentes externas más confiables, páginas que no se encuentran en el mismo idioma, y yo no me solía considerar entre ellas (la mayoría de las mejores y que están MUY al día se encuentran en japonés o chino, nunca conocí la diferencia entre ambos idiomas).
Por dicho motivo, llegaba a chusmear desde lo más conocido hasta páginas que ni su creador conoce. Solía reptar en los lugares más tontos y pobres del internet en busca de la información que buscaba.
Todos los días algo nuevo, siempre abstraído y nunca desenfocado de lo que mi atención ameritaba, y siempre buscando acerca de los títulos que más me interesaban… y un día encontré el juego que por mucho tiempo había esperado, con más novedades de las que cualquier gamer y fanático hubiera soñado: Pokémon Black & White.
Absorto por estos títulos impresionantes, no desperdiciaba oportunidad para encontrar algún link que me informara acerca de su fecha de estreno, e incluso averiguaba si ya existía alguna versión pirata, una demo, siquiera para hacer una prueba del juego.
Nada.
Continué haciendo de las mías, buscando lo que fuera que me acercara un poco al juego, muriéndome poco a poco cada día que pasaba sin tenerlo…
Nada.
Mi búsqueda desesperada me llevó nuevamente a Gametrailers, donde encontré un tráiler (convenientemente en japonés), acerca de las opciones y novedades de la 5ta generación de juegos de Pokémon; destacaban el uso de la red Infra-Roja, el White Forest en diferencia al Black City, la diferencia de Legendarios, el evento Victiny, entre otras cosas.
Cuando paré un momento la moto, y decidí agradecer por el aporte, encontré un único comentario, pese a que el video había recibido más de 1800 visitas (había sido subido a la página por un moderador de Gametrailers hacía cuestión de horas, aunque no lo recuerdo bien… podían ser 20 o 22 horas, quizá ya se hubiera cumplido un día entero… no lo sé)
El comentario sólo habría un link a otra página llamada
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y debajo de éste, se encontraba escrito, en unas curiosas letras rojas con tipografía “Chiller” de Word, “Pokémon-Black-White-for-all”
Por instinto cliqueé rápidamente sobre él, exaltado por un alegría inconcebible.
Mi primer pensamiento fue una irreprimible euforia, que canalicé en un sonoro grito de victoria; me repetí “soy el mejor, el Black’n’White es mío” en un estúpido tono cantarín por unos cuantos minutos, desviando de vez en cuando la mirada al monitor, controlando si se abría la página del link. El segundo fue intriga, por la nula cantidad de comentarios en el aporte de Gametrailers, y porque el comentario no llevaba espacios, sino guiones, aunque no le di mucha importancia… prefería seguir celebrando mi logro.
Mi alegría fue aminorando con el pasar de las horas, aunque ya tocadas las 7 de la tarde, apareció una página cuyo fondo era completamente negro, y llevaba escrito con letras “Chiller” con un color rojo sangre: “Pokémon-Black-White-for-all”, y abajo pedía que seleccionara un idioma. Como soy argentino, opté por el español (quién sabe si pediría realizar un largo y aburrido proceso de instalación o algo así).
Sin darme tiempo de dar una vuelta entera sobre mi silla (ya que mi corazón brincaba de alegría fuera de mi pecho), noté, ahora más intrigado que nunca, que en el fondo negro se podían divisar unas letras en Calibri, aún en un rojizo desesperante “T.A.S.T.A.”
- ¿Tasta? – me cuestioné a mí mismo.
Por un simple error, pensé que el mensaje tenía la intención de decir “Testter” o probador, aunque no era un fallo común.
No fue sino cuando terminé de leer que saltó una nota en la parte inferior izquierda del monitor, sobre el reloj de la barra de programas, que decía “La instalación ha finalizado”.
Automáticamente cerré todas las demás páginas y carpetas que tuviera abiertas, y busqué el acceso directo en el escritorio… sin embargo, no lo encontré.
Pasé a buscar la carpeta o el rom que se (yo suponía) había instalado. No había carpeta alguna, o ROM, o nada que tuviese relación con Pokémon Black & White, excepto por mis otros ROM’s con el título “Pokémon”.
Levemente decepcionado (aún no lo suficiente para dejar de lado mi alegría), sólo me restaba tratar con una cosa más: Tasta.
Al buscarlo, encontró un archivo que se podía abrir con el Desmume (un emulador de DS). Supuse que sería mi juego… y en efecto, ese era.
Saltó la introducción del juego, el símbolo de Game Freak, N siendo coronado, etc., aunque aún no me quedaba claro cuál de las 2 versiones era ésta. Aún así no me apuré a sacar conclusiones, ya que sabía que acabada la introducción del juego, la presencia de Reshiram o Zekrom delataría mi versión. Pero cuando el juego pedía pulsar alguna tecla, no apareció ninguno de los legendarios, sino una imagen del protagonista sosteniendo a un pokémon que jamás había visto. Aún no había jugado y no conocía a todos los nuevos pokémons, así que solo me produjo un cierto desconcierto el hecho de no ser Reshiram o Zekrom los presentes de la pantalla.
No di más vueltas y apreté una tecla, e inmediatamente la pantalla se volvió blanca, antes de reaparecer nuevamente en otra de fondo negro, con el protagonista siendo destripado por una criatura horrible, y como era de esperarse, no saltaron los rugidos ni de Reshiram ni de Zekrom, aunque nunca hubiera esperado, que saltara el grito de un joven sufriendo, mientras una canción de cuna sonaba, para luego escuchar algo similar al rugido de una bestia infernal.
Un fondo negro cubrió esa tétrica imagen, y luego apareció la profesora Juniper introduciéndonos al juego. Sentí cierta alegría, aunque aún más curiosidad, que los subtítulos del juego estuvieran escritos en español… o sea, no había salido ni siquiera en Japón, ¿y ya existía una traducción en español? Dejé que ese pensamiento se esfumara con parte de mi alegría, y me limité a leer todo el discurso de presentación, hasta que me preguntó cuál era mi nombre… yo le respondí que era Kry.
Sin embargo, ella, como tratándose de una broma, me dijo: ¿Te llamas TASTA?
Yo le dije que no, y repetí mi nombre y ella me volvió a decir lo mismo. Pasó varias veces lo mismo hasta que me resigné, y permití al juego llamarme como quisiera, poco me importaba.
El juego comenzó en el cuarto de “Tasta”, y no bien comenzado, los dos amigos del protagonista entraron en pantalla, leyeron la nota que se encontraba en un paquetito dejado por la profesora, y me permitieron elegir primero a mi pokémon. Yo sabía para ese momento los 3 starters que podría tomar, y opté por el ahora llamado Tepig. Pero cuando ambos decidieron pelear contra mí, se trataba de una batalla 2 contra uno.
Intrigado por esta innovación, me dije: “perdí”. Cuando Tepig debía salir de la poké-ball, apareció el mismo pokémon que el protagonista sostenía antes de ser atacado por la bestia infernal. Una criaturita muy tierna, aunque de aspecto fuerte, como si fuera a evolucionar a un pokémon aparentemente legendario (como Lucario o Zoroark). Poseía 3 ataques: “Clonación” (que al usarlo, creó una réplica de sí que me ayudó a batallar), “A Bocajarro”, y algo llamado Shogun-TASTA.
Imaginé que el último ataque tendría una relación directa con el protagonista, aunque cada vez que trataba de usarlo, fallaba.
Concluida la batalla, me fijé más detenidamente en este pokémon… a simple vista, parecía un pokémon no oficial, ya que no disponía de la misma velocidad, naturaleza o calidad de movimientos en batalla plena que ofrecía el tráiler del juego que había visto ese día. Su naturaleza era “Gentil”, aunque, no acorde a lo visto en generaciones anteriores, le gustaba lo picante.
Su habilidad se llamaba “Obediencia Impura”, aunque no tenía información respectiva, pero parecía tener una relación directa con los traspasos, ya que especificaba al dueño. La habilidad estaba escrita exactamente así:
Obediencia Impura:
………………………………………………………………………
………………………………………………………………………
Este pokémon siempre tendrá a un solo amo.
Amo: Tasta
Supuse que los traslados afectarían a la habilidad, ya que el pokémon “tendrá a un solo amo”, aunque siendo un emulador, no tendría oportunidad de comprobarlo.
El juego fue pasando rápido, ya que “clonación” era el único ataque que necesitaba para acabar con todos mis oponentes; lo usaba unas 3 veces y comenzaba a atacar a lo tonto.
Desde el nivel 5 (en el cual empecé) hasta el 20, aprendió ataques de tipo lucha y normal… nada interesante. Pero de allí en más, aprendió ataques muy diversos de tipo siniestro: Lanzamiento, Pulso Umbrío, Vendetta… comenzando a tener algo de curiosidad por tan dichoso cambio, noté que su naturaleza había cambado de ser Gentil, a ser “Impetuosa”.
- ¿Pero qué…? – me dije.
Mi intriga aumentaba. Esto era parte del argumento? Un bug? No tenía conciencia de que en la 5ta generación los pokémons cambian de naturaleza, y mucho menos de "gentil" a algo como “impetuosa”.
Encontré, en algún momento (ya no recuerdo dónde, y mucho menos cuándo), a un sujeto que medía el régimen de amistad entre mis pokémons y yo.
Por precaución, primero pedí que examinara a un Panpour que venía entrenando hacía tiempo, junto con mi otro pokémon, y este me dijo que Panpour estaba muy unido a mí.
Luego pedí su veredicto acerca del otro pequeñín, y… me sorprendí al escuchar, que pese a todas las batallas que hubiera ganado, pese a todos los refrescos y dulces que le había dado… él me odiaba y quería alejarse de mí. El sujeto me habló una vez más y me dijo: “Es la última vez que te lo digo, TASTA”. Supuse que se refería a que no mediría la felicidad de mis pokémons nunca más, y no le di importancia.
Me daba mucha rabia que mi pokémon estuviera en ese estado de odio… pensé “quizá sería divertido ver si puedo cambiar su naturaleza a base de su ánimo”, quizá así pueda lograr que sea Alegre, o Firme, o Miedoso… o lo que fuera.
Pensé que tratarlo con cariño y hacerlo ganar, en realidad lo hacían perder felicidad, así que comencé a dejarlo perder una y otra y otra vez.
En cierto grado, su naturaleza efectivamente cambió… aunque esta vez decía “Malvada”… me preguntaba si estaba dando los pasos correctos… si en realidad él comenzaría a quererme.
Sin darme cuenta, se encontraba en el nivel 42, y aún no evolucionaba.
Volví para hablar con el sujeto que medía la felicidad de mi pokémon, para ver si necesitaba corregir algún método de la “crianza” que le estaba dando… se quedó mirándome sin decir nada… 4 o 5 cuadros de diálogo con tres puntos en ellos. Estuve expectante por unos momentos, como si fuera a decirme nada… aunque al fin habló: “Este…” - comenzó “…Este pokémon…” “…Te quiere ver muerto.”
Aterrado por este nivel de odio, me percaté de que mi pokémon estaba evolucionando. Para avivar mi miedo, la silueta que se encontraba en la fase evolutiva, era la de la bestia que atacó al protagonista, e inmediatamente entramos en una pelea. Sin embargo, mi pokémon evolucionado no era a quien controlaba, sino a Panpour y mi rival era mi propia criatura evolucionada.
Tras un movimiento, Panpour se debilitó, aunque la pelea no acabó allí… no… la bestia continuaba tendida frente a mí… observándome con unos ojos rojos como la sangre, con unos tentáculos culminantes en afiladas navajas rotas, amagando a atacar en muchas ocasiones (simples movimientos nuevos del juego, yo pensé mucho después)… cuando dejé de verlo, me di cuenta de que sólo tenía una opción, y era “Correr”.
Presioné allí, aunque no pude escapar… y mi pokémon realizó su movimiento: Shogun-TASTA.
La pantalla se oscureció mientras sonaba una canción de cuna, cada vez más fuerte, cada vez generando más suspenso, matándome de a poco… noté el rojizo de los ojos de mi pokémon, mientras estos iban formando letras antes de desaparecer nuevamente en la oscuridad.
“TASTA” decía… las letras se dispersaron mientras se sumaban más letras a la oración… que culminada… decía… “Tu Ambición Será Tu Asesina”.
Me morí del susto… la canción aún sonaba, y no podía hacer otra cosa sino reiniciar la computadora. En lugar de ejecutar directamente la acción, solicitó cerrar todas las ventanas; abrí nuevamente el juego, y vi cuando la bestia saltaba de las sombras y atacaba al protagonista, mientras este gritaba y llenaba la oscuridad con su sangre. Traté de cerrar el juego, apretando click tantas veces como podía… la canción seguía sonando, mientras el bramido de la bestia continuaba retumbando en las sombras y el grito de mi personaje acoplaba toda la nada.
Decidiéndome a dejar de ver la pantalla, desenchufé directamente la zapatilla de mi computadora, forzando el apagado. Sin embargo, cuando la volví a prender, y desinstalé el juego, cada vez que entraba al Mozilla Firefox, o al Explorer, siempre volvía a YMD.eu… fue allí cuando descubrí 2 cosas: los moderadores de Gametrailers no podían retirar el comentario con el link de la página sin saber qué contenía, y los que se disponían a comentar, siempre acababan por entrar en esa página infernal.
Deduje que “YMD” debía significar “You May Die” por ser una página de EE.UU. y que debía existir el mismo mensaje que me saltó a mí tantas veces en otros idiomas, por eso preguntaba cuál elegir.
¿Quién o por qué haría algo tan malévolo de un juego de pokémon? ¿Qué se gana el que lo hizo? ¿O qué gana o pierde el que lo juega? ¿Qué clase de mensaje o advertencia quiere dejar el creador de tan diabólico juego? No lo sé… sólo sé, que pese a encontrarme asustado y en un estado de petrificación mientras todo sucedía... sentí que la bestia trataba de acercarse a mí mientras atacaba al protagonista del juego… ¿Lo hubiera logrado si yo no hubiera forzado el apagado de mi computadora? Me alegra no haberlo comprobado.
Desde entonces no uso internet desde mi computadora, y rara vez desde otros medios. Sólo para no revivir esa experiencia. Hoy en día, los juegos los compro originales, ya que, quién sabe qué podría colgar un degenerado en red? Debo ser el más consciente de ello…
¿Por qué tengo internet ahora, me preguntarán? Porque la computadora que contenía el juego, ahora está apretujada en un gigantesco cubo de basura, en algún basurero municipal... ni siquiera me molesté en venderla con semenjante maldición. La red a la que me conecto ni siquiera es mía, es de un vecino que ni sabe que existo. En cuanto a la computadora desde la cual lo hago, es una netbook del plan "Conectar Igualdad" del gobierno de la ciudad... si algo le sucede, no sería muy perjudicial para mí.
Sin embargo, no veo motivo por el que pasaría algo... tras tan horrible experiencia, no ingreso más en gametrailers, ni recorro inóspitos sites de internet. Cada vez que se me pasa por la cabeza descargar un rom, viene a mi mente una simple conjunción de letras: TASTA.
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