[Historia/Sondeo] El Silente

Ir a casa.

Entonces está decidido =)

Spoiler:

='(

La perra madre T___T

Si te mandas una cagada (como borrar por accidente el trabajo de 2 horas que estabas haciendo) NO TE OLVIDES! Apreta CTRL + Z. No cometas mi error T_T

Tú:- Creo que estaremos mejor en mi casa. Vayamos hacia allá.
Leon:- ¡Así se habla!
Kath:- (suspiro) ¿Puedo preguntar por qué?
Leon:- Kath... ¿Qué fue eso? ¿Detecto un pequeño desacuerdo?
Kath:- No, no. Un GRAN desacuerdo. ¿Por qué se te ocurre que estaremos mejor en tu casa en lugar de en una "fortaleza" protegida por hombres con armas?
Adam:- Le reconoceré que es un buen punto. Es casi mejor que estar solos.
Leon:- No... ¿Tú la apoyas?
Adam:- Eso no fue lo que dije. Pero adonde sea que vayamos, la desición no es desición mía.
Tú:- Kath, los hombres con armas también son personas, y lo más probable es que muchos de ellos también formen parte de las demoníacas filas que asotan la ciudad. Ya que estamos, te daré una pequeña gráfica. A mi entendimiento, diez de cada veinte personas se vieron infectadas, debido a que pensaban que los leves dolores serían pasajeros. diez, de esas veinte personas, prefirió no correr riesgos y tomar un remedio, lo que nos deja a las otras diez con locuras y sed de sangre. Cinco de las diez personas, fueron exterminadas por las otras diez, lo que nos deja en un total de sólo cinco personas sanas de las veinte que había al principio, personas como nosotros. Y apostaría que cuatro de esas cinco personas están en la comisaría justo ahora. Si, tomando por ejemplo, en un principio había doscientos policías en ésta área de la ciudad, lo más probable es que ahí sólo queden unos cuarenta, o mucho menos. Son pocos para proteger a un bullicio de gente, que minuto a minuto se hace mayor, indiscriminadamente de infectados o saludables. Ésto, a su vez, incrementa la posibilidad de que muramos si vamos allá. Ahora tomemos de contexto los riesgos que representan tanto los refugiados como los policías. Verán, la policía nos dejará entrar, pero nos quitarán las armas y alimentos que conseguimos, para racionarlos y repartirlos entre las gentes hospedadas. Ésto aumenta nuestras posibilidades de morir de hambre de aquí a, como mucho, una semana, y no seremos los únicos. Por no mencionar que, tarde o temprano, las víctimas empezarán a cuestionar los métodos de las autoridades, y se les revelarán en un golpe anárquico guiados por un prometedor de "tiempos mejores". Éste fanático o avaricioso de poder, tratará de alzarse entre los demás como un mesías que los salvará si hacen todo lo que él, o ella, diga. Al final, habría una guerra entra ambos bandos. Lo estuve meditando mucho, pero caí en la realidad de que la gente viva es mucho más peligros que la muerta. Nuestras posibilidades de sobrevivir ahí, sin dramatizar, son de una en un millón. Estaremos mejor sólos, abstraídos de un ridículo sistema de poder político, valiéndonos de nuestros esfuerzos. Y lo lograremos. Así que ninguno de nosotros tiene nada que temer.
Leon:- ¿En esto pensabas mientras te hablaba del "álamo"?
Tú:- No. En esa ocasión pensaba en mi vecina.
Leon:- Oh, serás...
Adam:- Eso nos responde adónde vamos, ¿no es así?
Kath:- Me dejaste sin palabras. Siempre me consideré demasiado lista, pero talvez no tanto como tú.
Tú:- No soy tan inteligente. Conozco a la gente, y como reacciona frente a situaciones extremas, por lo cual he tenido tiempo y fundamentos sobre los que basarme, por no decir que a veces espío las cintas de interrogatorios de papá.
Adam:- Tal vez nos sirvan, en algún momento.
Leon:- ¡Claro! Interroguemos alguno de ellos. "¿Quién eres?" , "¿Cómo te llamas?", "¿Dónde está tu líder?"
Adam:- Payaso...
Tú:- Muy bien, ya basta. Hay que movernos.

Te apresura el ruido de golpes provenientes del interior de la puerta de la escuela, que se encuentra atrancada con un banquillo. Supones que fueron Adam y Kath quienes la bloquearon para evitar que esas cosas representaran un peligro cuando llegaran Leon y tú. Pero el asunto no viene a caso, pues tu objetivo actual no es el de sacar conclusiones sobre el pasado, sino planificar el futuro. Después de todo, ¿qué otro papel tiene un líder? No se te ocurra responderme que el de un "amigo", o un "camarada". Tu rol no es ése. Diles qué hacer, y reza porque lo hagan bien. Sólo dales una segunda ojeada desde MI punto de vista:
Para tí, Leon es valiente, Kath es inteligente, y Adam es frío. Pero para mí, Leon es un payaso que no es más valiente que idiota. Tu llamado "coraje", en él es estupidez condensada en un acto que cree noble, o humilde. Leon sólo te será útil como carnada viva, y si sobrevive a la prueba, mejor para él. Cuestiónate luego, si será mejor para tí.
Kath es una idiota cuando pone a prueba su lealtad con su inteligencia, como siempre logras que haga. De la manera en que la utilizas, Kath no te es útil ni para pelar manzanas. Es sólo un maniquí chillón. Si sigues derrochando su inteligencia con su estúpido sentido de "justicia moral", Kath no será más que un peso muerto.
En cuanto a Adam... En serio, ¿necesitas que te lo diga? Lo deletrearé para tí. N. O. P. U. E. D. E. S. C. O. N. F. I. A. R. E. N. E. L. *noo puueedees coonfiiaar een eel.* ¿Entiendes? ¿O tu mente subdesarrollada necesita que te lo explique más lentamente? Acabas de conocer a este idiota. No tienes forma de probar si puedes darle de comer sin que te coma la mano. Tómalo como mascota, si quieres, pero, cuando tengas la oportunidad, mátalo. Y házlo, o será un peligro para tí y para los floreros de tus "amigos".
Házme caso si quieres, pero te advierto que si no lo haces, las concecuencias serán horribles. Y créeme que lo serán. Por Dios, lo serán. Cuida tu espalda, y no confíes en absolutamente nadie. Ni en el que te ayude, ni tan siquiera en el que te salve la vida. En el mundo de ahora, no existen las reglas, estén plantadas en una constitución, o sean morales. No existen las deudas, y no existen los favores. El mundo se acabó. Ahora, éste es TU mundo. Haz en él lo que quieras. Haz en él tus reglas, y hazlas cumplir. Y que nadie, ni siquiera "ellos", se interpongan en tu camino.

El viaje a tu casa no fue muy diferente que la ida a la escuela, salvo que el hombre que te devolvió el saludo era uno de ellos ahora. Es raro como nada que hayas visto antes, pero... Jurarías que te volvió a saludar, sacudiendo su pálida mano, que sostiene un pedazo de carne del cadáver que tiene junto a sí. Volteaste la mirada, como haces con una persona que finges no conocer para evitar saludarla. Oh, lo siento. ¿Te hice recordar tu vida hace un día?
No te molestas en matar. Llenarte las manos de sangre, haciendo resonar el crujido de los huesos y de la carne siendo penetrada y, válgame Dios, disparos, es suicidarte. Pues sabes que donde hay pocos, pronto habrá muchos si en tal lugar suena algo fuerte. Pronto tendrás tiempo de descubrir sus puntos débiles, pero el momento no es ahora.
El camino a casa fue perfectamente tranquilo. No hubo necesidad de apresurarse. Sólo hubo un acontecimiento que te llamó la atención: El cielo se estaba llenando de nubes negras. "Es extraño", piensas para ti, pues en la escuela te enseñaron que el oxígeno en la atmósfera es lo que atrae las nubes de lluvia, y la niebla lo condensa, pero no lo eleva. Ésto no sería motivo para extrañarse si se hubieran pronosticado tormentas, pero no fue así. ¿Un fallo en el pronóstico? No lo parece. Sólo para distraerte, desarrollaste teorías. Algunas eran alarmantes, otras eran estúpidas, pero crees que "algo", o "alguien" las atrae. ¿Cómo? No lo sabes, así que simplemente dejas de pensar en ello. Te consuelas pensando lo primero. Un error en los pronósticos. "Idiotas".

Para tu alivio, llegaste a tu casa. Para tu intriga, la puerta estaba abierta de par en par.

Tú:- Leon, ¿qué me dices de la puerta?
Leon:- ¿Qué se supone que debo decir de una puerta? Es de caoba y tiene las visagras rotas.
Tú:- Gracias, Leon. Pero hiciste un curso de carpintería, ¿crees que puedas decirme desde dónde fue rota, o con qué?
Leon:- Soy carpintero, no forense de puertas.
Tú:- (sabes que no es el momento de reírte, pero sueltas una pequeña carcajada) ¿Y tú, Kath?
Kath:- Pues... a juzgar por los rayones que tiene, diría que se rompió desde afuera.
Adam:- No lo creo, del lado de adentro también está rayada.
Tú:- Hum, ¿qué tal tú? ¿Puedes decirme algo?
Adam:- Lo que es claro es que además de que alguien haya intentado entrar, alguien intentó salir. Observa. Los rayones no atravesaron la puerta, sino que fueron provocados desde ambos lados. Algo es seguro. Entraron.
Tú:- No...
Adam:- Entremos. Busquemos más pistas. Dame el rifle.
Leon:- ¿Sabes usarlo?
Adam:- Mi tío es cazador. Claro que sé.
Kath:- No eres tonto, Adam. Y sé que no tengo que decirte que no lo uses si no hace falta.
Adam:- Lo sé.

La escena no era muy esperanzadora. Había sangre desperdigada por el suelo y la pared en la cercanía de las escaleras. Los pasillos de la cocina, cuyas mesas ostentaban hortensias y jazmines en preciosos floreros de cristal, estaban partidas a la mitad, con sus respectivos adornos hechos pedazos en el suelo. La planta baja dejó una cara de mucha intriga en Adam. Se quedó observando muy atentamente las manchas de sangre y las mesas rotas en la cocina. Revisando meticulosamente, encontró pequeñas manchas de sangre que salían de la casa, junto a otras, mucho más grandes, que eran perfectamente visibles.

Adam:- La planta baja está peinada de arriba a abajo. Vamos hacia arriba.

Adam avanza cuidadosamente en la escalera. Cada paso no genera ninguna clase de rechinido. Pasos suaves, como si estuviera cazando venados. No se oye ningún ruido desde el pasillo, pero no es motivo para no estar en guardia, pues el silencio siempre es la clara muestra de que la presa está alerta. En estos momentos, lo mejor es quedarse quieto, y esperar a que nuestro oponente se vuelva a mostrar confiado. Esperas cinco minutos a que Adam de alguna señal de que se esté por mover, pero, en un momento, se oye el rasgar de unas uñas contra la madera de lo que presumes ser una puerta. Adam sube cuidadosamente el último escalón, apuntando en la dirección del extraño ruido. Desde abajo de la escalera, lo ves soltando delicadamente el rifle, y sacando de su bota un cuchillo, con una hoja del tamaño de la palma de tu mano. Qué raro. No recuerdas haberle dado ninguno. Lo pierdes de vista, dándole vuelta a la esquina. Ya te imaginas lo que vio. Le sucedió a tu presunto pensamiento el sonido de carne atravesada seis veces. Subes rápidamente la escalera para encontrarte con el cadáver de uno de ellos, con Adam enfrente de él. Antes de que pudieras siquiera preguntarle lo que pasó, te miró fijamente, con un dedo chocándole los labios y una mano que se movía lentamente de arriba hacia abajo, diciéndote que guardes silenco y te agaches. Luego te señala el otro lado de un pasillo escalonado. Ves a dos de ellos. Volteas de vuelta a Adam, quien te hace el gesto de que entres en la habitación que el difunto estaba rasguñando. Lo ves preparando su rifle y apuntando a la habitación siguiente. Tu preparas tu cuchillo, por si las dudas. Abres la puerta con delicadeza, y detrás hay un cuerpo recostado en una cama. ¡Es tu hermano! Volteas a ver a Adam, quien, confundido, te hace el gesto de que todavía no hay tiempo para eso. Se esconde detrás de la puerta, y golpea con fuerza el rifle contra la madera del suelo.

Tú:- (¿¡Qué demonios estás haciendo!? ¡Nos vas a matar!)
Adam:- (Guarda silencio, ponte justo aquí, donde estoy yo) Cuando veas venir al primero, clávale el cuchillo en su cabeza. Házlo tres veces, para asegurarte de que ha muerto.
Tú:- ¿Y qué vas a hacer tú? ¿Bailar el "Cumbayá"?
Adam:- ¡Tú hazlo!

Por el momento te estás arrepintiendo un poco de haberle dado el rifle, pero tal vez debas confiar en él. Optas porque no habrá problema si lo haces. Mientras él sale rápido y silenciosamente, tú te ocultas detrás de la puerta, esperando a que una de esas cosas asome su cabeza. Oyes el ruido de zapatos arrastrándose en la alfombra, y tú empuñas el cuchillo con fuerza, frunciendo el seño con una expresión iracunda. El sonido se acerca de a poco, pero ves la sombra de uno asomándose por debajo de la puerta. Finalmente, lo ves delante tuyo, acercándote a tu indefenso hermano. Te le acercas sin hacer ningún ruido, y le apuñalas la cabeza. La primera vez fue la más dura. Arrancaste el cuchillo con un movimiento rápido, acompañado de una fuente de sangre muy oscura. La segunda vez, el cuchillo se introdujo más rápida y profundamente. La tercera vez, la última vez, el cuchillo le había atravezado la cabeza de lado a lado. Esta vez, el cuchillo era difícil de arrancar, así que simplemente lo dejaste ahí. Te das la vuelta para ir a buscar al holgazán de Adam, que no hizo nada. No... ¡NO! ¡Hay otro frente a tí! Va a... un momento... está muerto. O al menos, más de lo común. El cuerpo cae en frente tuyo, y detrás se encuentra Adam, cuyo cuchillo está lleno de sangre.

Tú:- ¡Adam! ¿Tú le hiciste eso? ¡Ni siquiera te oí llegar!
Adam:- Pues "Billy" tampoco, y por eso ahora está muerto.

Chequeaste el estado de tu hermano. No lo crees posible, pero tiene pulso y respira bien. Lo despiertas, y él se espanta por completo al verte con la cara y la ropa llena de sangre. Te ríes descontroladamente. Le pides que se tome una píldora. Él lo hace.

Spoiler:

Tú:- Oye, Adam. ¿Pudiste averiguar algo?
Adam:- Sí, pero ahora no es momento de contártelo. Lo primero que deberíamos hacer es reparar la puerta y colocar barricadas en las ventanas para evitar que entren más, para lo cual, necesitamos piezas y herramientas.
Tú:- Leon, si te conseguimos las piezas, ¿podrás arreglar la puerta?
Leon:- Sí, pero las piezas que necesito sólo se venden en carpinterías, y sólo conozco una: la que está en el distrito del mercado.
Tú:- Tienes que estar bromeando.
Kath:- ¿Hay alternativas?
Tú:- Hay una: mi vecina.
Adam:- No creo que me vaya a gustar esto.
Leon:- Disculpa mi escepticismo, pero me rehúso a compartir un piso con "Distraído Jackson".
Kath:- Es eso, o quedarte aquí.
Adam:- ¿Qué riesgos estaríamos asumiendo?
Kath:- Pues, tendríamos que convivir bajo sus reglas, compartir todo lo que tengamos, y NO -dijo volteando a verte a ti y a Leon- hacerle "ojitos pícaros" a su hija.
Leon:- Aquí vamos, otra vez...
Adam:- ¡Pues esta vez no! -dijo rabioso, como si le enojara su convivencia-. Y si nos quedamos, ¿qué?
Kath:- Pues, si no vamos a alguna carpintería, sólo podemos hacer guardia mientras los demás duermen, e intercambiamos turnos por la noche. Será muy difícil, ya que la niebla no nos permitiría ver, y menos ún en la oscuridad.
Adam:- ¿Qué hacemos entonces?

*Conseguir repuestos*
*Probar suerte con tu vecino

"¿Sabías que...?"

Spoiler:

Mmmmm, que duro.

Si bien no estoy de acuerdo con convivir bajo las reglas de otros cediendo el control de la situación en una persona posiblemente desesperada, tampoco concuerdo con dejar a la deriva a un grupo de gente que se encuentra bajo la misma situación. En estas situaciones, hay ocasiones en las que se aplica la reversa del dicho: "Cuantos más, mejor". En cuyo caso, puede ser entendido como "Cuantos más, PEOR", ya que tener gente mayor por los alrededores significa someterte a sus reglas por el simple hecho de ser (válgame la redundancia) mayores.

Sin bien está mal dejarlos como cabo suelto (no vaya a ser que se pongan a gritar un día de estos, discutan, rompan un plato, o se maten entre sí y lleguen esas cosas a tocar a la puerta), veo mucho más conveniente ir a la carpintería y conseguir las herramientas para reparar la puerta.

PD: Me atengo a las circunstancias de la elección, ya que poner de patitas a los protagonistas en el distrito mercantil signifa mandarlos a meterse con cientos de estos bichos. Dependiendo del autor, uno o más pueden morir, dividirse o perderse. Sin embargo, visto desde el punto de vista imparcial, si las cosas salen bien (y TODOS o la mayoría vuelven con vida), podrán mantenerse bastante bien. Pese a esto, no comparto la idea de atrincherarme en una casa de los suburbios.

PDD: ¿Kiri, es posible que usted aproveche las hipótesis del futuro del argumento brindadas por los usuarios de HDP para desarrollar la trama de lo que usted consideraria la manera más interesante? (Si, me puse a escribir culto -w-)

Eso depende de si me interesa dicha idea.

Verá Sr. Kry, no sólo me inspiro en novelas, creepypastas, y experiencias, sino que también me dejo llevar un poco por los comentarios de aquellos que leen. Me fijo en sus reacciones, e intento exprimir los puntos fuertes. De esta manera consigo mejorar el cuento, y aumentar la satisfacción que obtiene el lector.

Repito que el argumento cambia, a favor de las sugerencias ofrecidas por el público, si éstas *en verdad* me interesan.

Buscar herramientas, yo creo que ir a la casa de alguien con un apodo así es una pésima idea, aparte de que podría simplemente enloquecer siendo el líder y matarnos a todos, no confió de las habilidades de un adulto para decidir en estas situaciones.

Pero eso si, yo al ir al distrito, manejaría un plan, no nos moveríamos como un grupo de n00bs en un shooter, la mejor idea es ir, activar una alarma de lejos de alguna forma, ya sea disparando o rompiendo el vidrio y corriendo antes de que suene, eso atraerá a todos a ese negocio mientras nosotros aprovechamos esa distracción para ir a buscar lo necesario y uir antes de que la situación se calme.

PD: hacia falta que el personaje enloquezca con la idea de ser líder?, yo creo que debería confiarse de sus amigos, y mantener vigilado a Adam, si bien creo que ya demostró poder mantenerse cuerdo en este mundo de mierda.

German. escribió:

PD: hacia falta que el personaje enloquezca con la idea de ser líder?, yo creo que debería confiarse de sus amigos, y mantener vigilado a Adam, si bien creo que ya demostró poder mantenerse cuerdo en este mundo de mierda.

No enloqueció por ser el líder. En uno de los últimos "¿Sabías que...?" se va a explicar quién es el narrador. Fijate que no es el protagonista el que narra la historia, y que no es un narrador omnisiente, ni alguien que esté contando lo que pasó, porque si te fijas, la historia "está pasando".

=)

En fin, sumamos un 2 contra 1 a favor de ir a la carpintería. Nos faltan otros dos votos.

Hablo de que esta juzgando hasta a sus amigos D:

Los juzga el narrador, no el prota

Ah, perdón, no había entendido bien esa parte xD

Buscar herramientas.

Tú:- No creo que haya manera en la que podamos coexistir con "distraído Jackson" en la misma casa.
Adam:- Déjame adivinar... ¿Iremos a la carpintería?
Tú:- (Suspiro)... Así es.
Adam:- Disculpa mi atrevimiento, pero ¿podrías decirme desde cuándo estás demente?
Leon:- ¡Oye! ¡Si por algo queremos que nos guíe, es porque sabemos que nos sacará de esta!
Tú:- Adam, tú no sabes por qué le pusimos ese apodo. No tengo que contarte el por qué, pero basta conque sepas que es peligroso, tanto para nosotros como para ellos.
Adam:- No lo dismiento. Por algo nos mandas a la boca del lobo en lugar que a la casa de un "loco". Pero si voy a seguirte hasta allá, necesito saber el por qué. ¿Por qué prefieres arriesgarte en lugar de buscar ayuda?
Tú:- No es por ser descortés, Adam, pero no te debo nada. Ni siquiera has probado que puedo confiar plenamente en tí y, por lo tanto, mantendré los detalles insignificantes al mínimo contigo.
Adam:- Pues en éste momento, no tienes otra opción. Tendrás que confiar en mí.
Tú:- Lo siento, Adam. Pero no puedo. No aún.
Adam:- Bien, lo haremos a tú manera. Pero no esperes que al momento de la verdad, no te conteste con la misma moneda.
Leon:- ¿¡Nos estás amenazando!?
Adam:- No es una amenaza, es una advertencia. Y también va para tí, Leon.
Leon:- ¡Grhg!
Adam:- Entiendan algo. Si el distrito del mercado está repleto de esas cosas, será un suicidio si vamos todos.
Tú:- ¿Insinúas que volvamos a separarnos?
Adam:- Entiende que si vamos todos, hay más chances de que uno de nosotros muera, si no más.
Tú:- Se acabó la discusión. Iremos todos.

Debo reconocerte que por una vez, estoy satisfecho contigo. Por una vez, te negaste a darle explicaciones a ese tipo, y lo que es más, tomaste el liderazgo plenamente. No te inmutaste con sugerencias, y no te detuviste a pensar. Estás cada vez más cerca de convivir en armonía con este nuevo mundo. Pero no te duermas en los laureles, aún hay mucho que debes aprender. Tomando un ejemplo, debes aprender a utilizar las cualidades de tus compañeros a tu favor. La estupidez de Leon te permitirán utilizarlo como carnada. El intelecto de Kath, te permitirá desarrollar planes. Y ¿quién sabe? Tal vez le encuentres una utilidad a Adam antes de matarlo. Sólo te diré algo: No esperes demasiado, pues el peligro se acrecienta por minuto, y cuanto más tiempo pasas con tus "maniquíes", más peligro corres.

Spoiler:

Te invade una preocupación a sabiendas de que has dejado solo a tu hermano, pero tienes la esperanza de que, estando dormido en silencio, no llamará la atención de nadie... ni de nada. Sin embargo, meramente pensarlo te apresura. Lo que al principio era una caminata tranquila y enmudecida caminata hasta un nido de demonios, se convirtió en un trote apresurado hasta allá. Tus acompañantes ni siquiera preguntaron por qué. Se ve que te siguen con ceguedad. El cielo se ennegrece en nubes de tormenta, y la poca visibilidad que tenían, es ahora casi nula. Las luces no se encienden, y un escalofrío te recorre la espalda. Un pensamiento atraviesa tu mente como agujas. Algo monstruoso se acerca.

Tú:- Escóndanse, algo viene.
Kath:- ¿Qué cosa?
Tú:- No lo sé, pero es horrible. Y viene hacia acá.
Adam:- ¿Qué?
Tú:- Házme caso, por favor. Algo se acerca, y no es uno de ellos.
Adam:- Se acabó el teatro, andando -Dijo retomando el paso.
Tú:- ¡Adam, espera!
Adam:- ¡Deja de ser tan infantil! ¡El día de hoy, no puedes temerle a nada, y te aseguro que mañana tampoco podrás! ¡Maldición, jamás podrás volver a tener miedo! ¡Ni de un presentimiento, ni de "algo", ni de ellos, ni de una tormenta! ¡El mundo se acabó!
Tú:- ¡Adam, te lo pido! ¡Confía en mí sólo un poco más!
Adam:- Por favor...
Leon:- Desculpen, mientras ustedes discuten, "algo" viene.
Adam:- En el caso de que éste "algo" sea real, ¿qué propones que hagamos?
Tú:- Pues, tal como lo veo, lo mejor que podemos hacer es escondernos por aquí, en alguna tienda o edificio.
Adam:- ¿Para que nos encuentre, tarde o temprano? No, gracias. Prefiero correr hacia el distrito, juntar los malditos materiales, y volver a tu casa.
Leon:- Eres un estúpido. Si algo viene hacia acá, es porque sabe dónde estamos.
Adam:- ¿Entonces te parece una mejor idea escondernos de una supuesta criatura monstruosa que nos persigue en el lugar donde supuestamente sabe que estamos? ¿Por qué demonios te digo que corramos?
Leon:- Porque ni siquiera crees en "eso". Lo que tu quieres es que dejemos de "hacer teatro" y terminemos con ésto.
Adam:- Seré un estúpido, pero no soy un inconciente como tú. ¡Tú! ¿qué podemos hacer?
Tú:- ¿Confiarás en mí?
Adam:- No tengo opción, y tú tampoco.
Kath:- ¿Qué hacemos entonces?

* Esconderse. EVALÚA: Si eso existe, ¿tendrás chances de sobrevivir si te encuentra?
* Correr. EVALÚA: Si eso existe, ¿tendrás chances de sobrevivir si te alcanza?

"¿Sabías que...?"

Spoiler:

PD: Sí, sé que es menos de lo que acostumbro escribir. Pero bueno, en cada libro hay alguno que otro capítulo corto. Veremos si hay más.

A mí parecer, si "sentis" que viene un sea-lo-que-mierda-sea, puede ser no más que una corazonada.
Sin embargo, no hace ningún daño esperar a ver si esta cosa existe. En cuyo caso, esconderse en una tienda, o en un hogar de 2 pisos es lo ideal, ya que, en caso de que esta mierda sepa dónde están los protagonistas, pueden moverse con una libertad mayor de un piso a otro. O mejor aún, salir por la puerta trasera.

No es seguro, pero es mejor que salir corriendo sin saber de dónde viene esa supuesta monstruosidad: Esconderse.

Opino lo mismo, esconderse en un lugar con salidas y analizar que es esa cosa.

Pues, ahora mismo no tienen el lujo de esconderse donde quieran. Después de todo, no se ve casi nada. Si se vota por esconderse, lo van a hacer en un lugar que, con suerte, va a tener más de una salida.

Ustedes lo pidieron...

Y cuando va a seguir esta genial historia? Osea, se esta continuando todavia o quedo colgada?